- Te veo pensativa, Lila. ¿Te preocupa algo?
- Es que, Uri, miro a mi alrededor y veo que yo no soy como mi amo; tampoco soy como los conejos, ni como las palomas, ni tan siquiera como otros perros. Por supuesto, no me parezco en nada a los árboles, ni soy tan pequeña como los virus, ni tan dura como las piedras... Y, entonces, me pregunto: ¿Qué soy yo?. Tú que sabes todo ¿podrías ayudarme y decirme qué soy yo?
- ¿Me lo preguntas en serio o me estas tomando el pelo?
- Uri, ve en serio. Es que estoy confusa...
- Humm, esto... bueno... A ver por donde empezamos que tú lo entiendas. Espero no liarte. Vamos a ver... Empecemos por las piedras. Si miras a la naturaleza, verás que hay cosas animadas que se mueven por sí mismas, que cambian, que se alimentan y se reproducen... y mueren... esas son las cosas vivas... es la vida. El resto, son las cosas inertes, inanimadas; por ejemplo, las piedras, el aire, el agua. Algunas se mueven, sí, pero no por sí mismas.
- Entonces, URI, ¡yo soy una cosa viva!
Virus del SIDA |
- ¡Joer, qué cabrones los virus!
- Lila. Los virus no son cabrones. No tienen intencionalidad, ni buena ni mala; simplemente se limitan a desarrollar reacciones químicas programadas, que ocasionan daños colaterales. Pero sigamos: hay una clase de células un poco más complejas que los virus, que son las bacterias -llamadas también "procariotas"-, que ya tienen cositas que les permiten metabolizar alimentos, moverse y reproducirse, pero su único cromosoma anda por allí dentro del citoplasma sin estar específicamente encerrado en un núcleo con membrana. Las procariotas son los seres vivos más simples que hay, siendo los precursores de todos los demás seres vivos... eso creen algunos.
Esquema de una bacteria |
- Pues claro que no eres una bacteriano, pero desciendes de ellas; en cierta forma, puede decirse que eres una bacteria evolucionada.
- ¿Y eso?
- Como te decía, Lila, algunas "procariotas”, después de muchos millones de años de andar por la tierra y el mar, confinaron su cromosoma que pululaba dentro del citoplasma celular, rodeándolo con una membrana que le mantenía separado del resto de los componentes de la célula; es decir, desarrollaron el núcleo celular. Esto permitió otros tipos de reproducción, comenzando así una larguísima saga evolutiva, la de las células "eucariotas" -término que significa células con núcleo- de las que resultaron, simplificando la cosa, cuatro grandes dominios o "reinos" de organismos vivientes: Protista, que son las células simples o agrupadas en colonias, pero nunca formando estructuras ni tejidos de organismos superiores; Funghi, que son los hongos, setas y demás; Plantae o plantas; y Animalia, que son los animales...
- ¿Y eso?
- Como te decía, Lila, algunas "procariotas”, después de muchos millones de años de andar por la tierra y el mar, confinaron su cromosoma que pululaba dentro del citoplasma celular, rodeándolo con una membrana que le mantenía separado del resto de los componentes de la célula; es decir, desarrollaron el núcleo celular. Esto permitió otros tipos de reproducción, comenzando así una larguísima saga evolutiva, la de las células "eucariotas" -término que significa células con núcleo- de las que resultaron, simplificando la cosa, cuatro grandes dominios o "reinos" de organismos vivientes: Protista, que son las células simples o agrupadas en colonias, pero nunca formando estructuras ni tejidos de organismos superiores; Funghi, que son los hongos, setas y demás; Plantae o plantas; y Animalia, que son los animales...
- Ya veo... entonces... yo pertenezco al reino...
- Animalia, ya que tú eres un animal.
- Coño, URI, no ofendas... Es que dicho así...
- No, si no es ninguna ofensa. Estamos hablando de ciencia, y en la ciencia sólo hay hechos, datos, modelos y experimentos, nunca ofensas. En algunas ocasiones, son las intenciones de los hombres las que pueden ofender; en otras, son los hombres en exceso suspicaces los que pueden sentirse ofendidos, pero la ciencia es eso: ciencia, y nunca jamás es ofensiva.
- Bueno, sigue. Esto me interesa. Vale con que pertenezco al reino animal, como los otros perros, los conejos, los hombres... digo yo, ¿no?. Pero... pero cualquiera puede ver que no somos todos iguales... ¿Como sigue el cuento?.
- Efectivamente, Lila: no sois todos iguales. Hay muchas clases de animales. ¡Escucha y verás!. Como te decía, las primitivas células “procariotas” evolucionaron a "eucariotas", dando así origen con el tiempo a todas las clases de animales que ves por ahí. Los distintos tipos de animales, cuando se agrupan por características funcionales homogéneas, se denominan "especies". Lo más relevante, quizá, es que los animales de una especie no pueden cruzarse, es decir, reproducirse con descendencia viable con animales de otras especies, por mucho que lo intenten.
- ¡Pués claro! ¡Mira tú! Es que además no apetece nada hacerlo, por ejemplo, con un pez. Pero, a ver si lo he entendido claro: si consideramos que los perros y los conejos son especies diferentes, yo, entonces, no podría tener hijos conejo-perros... ¿No es así?
- ¡Correcto, Lila! Eres un águila.
- Perra, querrás decir. ¡Soy una perra!
- Bueno, lo decía en sentido figurado... por lo bien que has captado la idea.
- ¿Ah, sí? Pues, entonces, dime: ¿los perro-lobos qué son?
- Bueno, lo decía en sentido figurado... por lo bien que has captado la idea.
- ¿Ah, sí? Pues, entonces, dime: ¿los perro-lobos qué son?
Lobos |
- ¡Anda! ¡Cómo mola! Y... ¿por qué tres nombres?
- Bueno. Los naturalistas, para designar las especies, hacen agrupaciones y subagrupaciones por características comunes, cada vez más detalladas. En este caso, Canis es el nombre del "género" al que pertenecéis. El "género" es un conjunto de especies parecidas; cocretamente, en el género Canis se agrupan todas las especies de canes: los perros, los lobos, los coyotes, los chacales, los dingos, etc. Por eso se llama Canis, que quiere decir canes o cánidos. Lupus, en cambio, es el nombre de una sola “especie” de cánidos: concretamente, se refiere al lobo común euroasiático; Familiaris es el nombre de una subespecie o clase particular de Lupus: la constituida por los perros domésticos. El nombre Familiaris alude a que en el pasado algunos lobos fueron domésticados y desde entonces vivís "en familia" con los hombres.
- ¡Qué bonito, URI...! ¡Qué bonito! Pero, no sé... ¡me da miedo!. Es que yo me llevo a matar con los lobos... les tengo un miedo que no veas... Y... ¡pensar que somos de la misma especie!, vamos, que podemos aparearnos y todo... desde luego ¡yo no me “cruzaría” con ninguno aunque me fuera en ello la vida!...
- Pues, Lila dicen los perros que lo han hecho que los lobos para esas cosas son muy cariñosos...
- ¡Pues, apareate tu! Pero, ¿y los otros perros?... URI, ¿qué me dices de los otros perros?
- ¿Cuales? ¿Los que se aparean con los lobos?
- ¡No, caramba! Me refiero a que no todos los perros son como yo; a que no todos somos iguales: los hay grandes, pequeños, con pelo, sin pelo, feos... bueno, de todas las formas. Eso ¿son también subespecies?
- Pues, Lila dicen los perros que lo han hecho que los lobos para esas cosas son muy cariñosos...
- ¡Pues, apareate tu! Pero, ¿y los otros perros?... URI, ¿qué me dices de los otros perros?
- ¿Cuales? ¿Los que se aparean con los lobos?
- ¡No, caramba! Me refiero a que no todos los perros son como yo; a que no todos somos iguales: los hay grandes, pequeños, con pelo, sin pelo, feos... bueno, de todas las formas. Eso ¿son también subespecies?
- No, no. ¡Que va! Eso es lo que se entiendo por razas. Son distintas razas de perros. Todos sois perros, sólo que el hombre ha ido seleccionando y conformando con el tiempo perros con características particulares, a su capricho. Todos los perros, sean de la raza que sean, pueden cruzarse entre sí; lo que pasa es que el hombre no se lo permite, precisamente para conservar las características de las razas... Tú, como sabes, también perteneces una raza.
- ¡Sí! ¡Soy una tekel! Pero ahora, gracias a tí, ya sé también mi nombre y apellidos: soy Lila, una Canis Lupus Familiaris de raza Tekel! Y... ¡joér, cómo mola!... Lo que más me gusta es lo de Familiaris. sobre todo lo de tener una familia y que mis amos me den comida y chuches -muy pocas para lo que me gustan-; también me gusta mucho dormir la siesta encima de la barriga de mi amo, correr tras las palomas, las ardillas y los conejos cuando voy de paseo con él; pero... ¡eso sí! ¡volver a casa siempre junto con mis amos...! Oye, URI, hablando de otra cosa, es decir, de lo mismo, y ¿qué me dices de los hombres? Vamos, de mi amo... ¿de qué especie es?
- … pues...
Ejemplares de Homo Sapiens Sapiens |
- Jolín, Lila... ¡Tiras a dar!... Bueno, en serio, ¿quieres que te diga la filiación completa de tu amo?
- Pues dímela si quieres, pero a mí lo de Bípedus Listillus ya me queda bien.
- Bueno, sin coña. Tu amo, por si te interesa, es lo siguiente: reino, Animalia; filo, Chordata y clase, Mammalia. Hasta aquí, pues es como tú.
- ¿Siiií? ¡caramba, quién lo diría...! ¡Con lo listo que parece mi amo!
- Pero, a partir de aquí, su linaje cambia. Tu amo continúa así: orden, Primates; familia, Hominidae; género, Homo; Especie, Sapiens; Subespecie, Sapiens; y de raza blanca o caucasiana, para acabar de decirlo todo.
- ¿Siiií? ¡caramba, quién lo diría...! ¡Con lo listo que parece mi amo!
- Pero, a partir de aquí, su linaje cambia. Tu amo continúa así: orden, Primates; familia, Hominidae; género, Homo; Especie, Sapiens; Subespecie, Sapiens; y de raza blanca o caucasiana, para acabar de decirlo todo.
- ¡Pues, vaya con la retahila!.
- Bueno, si quieres, puedes usar la forma científica abreviada. Dí, simplemente, Homo Sapiens Sapiens o Homo Sapiens, sin más.
- ¡Nada de eso, URI...! Nada de alimentar su ego. Como ya te dije, para mí son Bípedus Listillus y... ¡ya les vale!. Si es que los hombres, con tal de darse importancia...