- Dicen que el calor reblandece los sesos, Lila... ¿Qué tal lo llevas?
- ¿ Los sesos? Se reblandecerán los sesos de los hombres, porque nosotros, los perros, a pesar del abriguito de piel que natura nos dió, aguantamos el calor estoicamente, sin quejarnos: nos tumbamos en un sitio fresco, sacamos la lengua y jadeamos...
- ¿Ah, sí? Y tu amo ¿qué hace para soportar el calor?
- Pues no sé bien qué es lo que hace para combatir el calor. Como le cuesta trabajo dormir, anda por la casa como un zombie, revuelve cosas, libros, discos viejos... qué sé yo... URI, La conducta de los bípedos es difícl de entender por nosotros los perros.
- ¿Y qué más hace?
-A veces lee, pero como lee para sí, pues no sé que lee. A veces se pone unas orejeras y escucha música, pero como yo no la oigo, no sé qué escucha. No puedo contarte apenas nada de los hábitos nocturnos de mi amo.
- Y el ordenador ¿no usa el ordenador? ¿qué hace?
- Pues no sé, porque desde mi rincón apenas veo la pantalla.
- Y cuando te levantas, ¿no vés qué hace?
- Cuando me levanto, pues como tengo poca estatura porque mis patitas de tekel son muy cortas, pues tampoco me entero mucho. Pero, a veces me coge en brazos y entonces si que veo la pantalla.
- ¡Ah, sí?
- Pues sí. Por ejemplo le vi buscando en Internet canciones de una señora... Marie Laforêt. Lo que no sé es por qué.
- ¿Marie Laforêt? Ah, ya sé yo porqué. Resulta que hace muchos años tu amo vió una peli, "Plein soléil" (en español "A pleno sol"), dirigida por un tal René Clément. Los actores protagonistas son la tal Marie Laforêt, Alain Delon y Maurice Ronet. Mira, si quieres, aquí tienes un trailer. La música que se oye es el tema principal de la peli.
- Como te iba diciendo, Lila, la peli, la verdad es que está muy bien. Incluso hoy se puede ver y seguir con interés. La música, también está muy bien. Es de un italiano, un tal Nino Rota. Pero a tu amo lo que le enganchó, más que la película, fue la tal Marie Laforêt, con su extraña belleza... y con su cancioncilla...
- ¿Sí? ¿Qué me dices? Si yo vi fotos de esa tía y es un callo malayo...
- No te extrañes, Lila. Los humanos, los bípedos como tú les llamas, son seres sorprendentes. Mira, por ejemplo, en aquella época, millones de chicas en todo el mundo se enamoraron de Alain Delon después de ver la peli. No tiene nada de extraño, pues estaba guapísimo.
- En eso estamos todas de acuerdo, URI, seamos perras, diosas o bípedas.
- Respecto a Marie Laforêt, no puede decirse que fuera guapa. Hace unos años se arregló la nariz, ¡una pena!. Antes de operarse, era de una belleza fea o de una fealdad bella, algo así como Mónica Vitti, Bárbara Streissand y algunas otras. Marie, además, tenía un algo de ingenua y, a la vez, sensual... Eso, y que era mala como actriz y que tenía los pies planos, ponía un montón... Pero lo que le impresionó a tu amo no fue el aspecto físico de la protagonista. Fue una canción de la banda sonora de la peli, la última precísamente, la que se oye acompañando al desfile de los títulos de crédito finales. La cancioncilla de marras hechizó a tu amo de tal manera que se quedo petrificado en la butaca hasta que dejó de sonar, y aún así, siguió allí sentado durante un rato, cabizbajo, con la boca abierta, como si se le hubiese "calado" el cerebro.
- ¡Ay que ver! ¿Y qué canción es esa? No será esa que oye en las noches de calor, a través de los cascos...
- Pues la canción de marras se llama "La plage" (en español, "La playa"). Y ¡cáete de culo, Lila! está cantada por la tal Marie Laforêt, que en realidad no era actora, sino que era cantante, y de mucho éxito por aquel entonces. Desde el instante que tu amo oyó esta canción por primera vez, sus neuronas se reconfiguraron en el mismísimo patio de butacas del cine aquel. Y, cuando hace calor, oye la canción compulsivamente, una y otra vez, en un inútil afán de refrescarse en la mítica "playa" tan sugestivamente cantada por la Marie Lafôret.
- ¡Pobre amo! Yo creo que le iría mejor sacando la lengua y jadeando, como los perros...