- ¿De qué te estás riendo, Lila?
- De nada en particular... Es que mi amo ha publicado un post en Facebook que no acabo de entender del todo, pero me hace gracia
- ¿Qué dice?
- Chorradas, URI, chorradas. Tú, que eres una diosa, ¿has visto alguna vez algo escrito por un humano que no sea una chorrada? Bueno, pues a mi amo le ha dado por Françoise Hardy y la cancióncilla "Ma jeunesse fout l'camp" Para que veas en qué pierde el tiempo mi amo, si quieres te cuento el post que publicó, así no tienes que conectarte a Internet para verlo
- No, por mi no te molestes. No hace falta que me lo cuentes. Ya lo cojo yo al vuelo, que para eso tengo poderes. A ver... A ver... ¡Ya! Aquí está... A ver... Me parece que es este que dice:
Hoy estoy pelín nostálgico... ¿Será el calor?... ¿Será la crisis?... ¡Qui sait! En fin, que removiendo grabaciones perdidas topé con esta bonita canción, que me trajo recuerdos ya casi olvidados de mis años mozos.
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Françoise Hardy |
¿Quién de mi edad no estuvo enamorado de Françoise Hardy? En mi juventud -recordáis que todos estudiábamos francés entonces- esta chica nos ayudó a aprender el hermoso idioma de Voltaire, Baudelaire, Rimbaud, Valéry y demás... Pero, sobre todo, es hermoso este idioma cuando lo canta Françoise (Paqui, para los castizos), no cuando lo hablan... no sé... Hollande o Sharkozy, por poner un ejemplo. Vamos, que no suena igual. Si acaso, la Bluni tendría un mejor oir.
¡Ah! ¡Qué tiempos aquellos los de los guateques! Todos como locos por arrimar la cebolleta y ¡nada!. Si te pasabas un pelín sin permiso, te caía una hostia de esas que te dejaban zumbando el oido dos semanas... ¿Será por eso que todavía oigo pitidos raros de vez en cuando?
- Pues sí, Lila, parece que tu amo anda un poco nostálgico, ¿no?
- Eso me parece a mí también.
1 comentario:
Yo, por supuesto, también estuve enamorado de Françoise Hardy. Siempre he sido un chico-piernas (más que un chico-culo o un chico-tetas) y sus imposibles minifaldas forman parte del imaginario de mi infancia y primera adolescencia. Así como sus ojos de un color improbable y su lánguida melena que prometía paraísos.
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