Lila
es una perra teckel negra que me regala su amistad todos los días. URI, en cambio, es una diosa: es la Unicornia Rosa Invisible.

De vez en cuando URI le hace alguna revelación a Lila -vaya Vd. a saber por qué- y Lila,
si le parece, me cuenta lo que cree haberle entendido a URI mientras paseamos por la Dehesa de la Villa. Yo me limito a transcribir en este blog algunas de estas fantasías perrunas. Para mí es un ejercicio de expresión escrita sin otro objeto que dar forma a las ideas informes que circulan por las cabecitas de los perros; ideas que, por otra parte, los perros no suelen contarnos a menudo, puede que por educación... o por prudencia; o porque no son muy habladores, o porque no les prestamos atención. ¡Yo qué sé!

Tú, lector, no tienes por qué sentirte obligado a leer estas monsergas; si lo haces, quedas advertido de que las revelaciones de la diosa URI, aunque sean indirectas, o quizás por eso, pueden causar daños irreversibles en el intelecto.

20 de agosto de 2011

JMJ - Ratzinger, martillo de herejes

Pensaba yo estarme respetuosamente calladito ante el gran espectáculo mediático de la iglesia católica. Me refiero a las JMJ que se celebraron en Madrid estos días. Casi estaba hasta conforme con el balance económico, habida cuenta del beneficio generado por el consumo realizado por nuestros visitantes, su buen comportamiento y la imagen de Madrid como organizadora de gandes eventos, difundida por todo el orbe por innumerables cronistas y canales de televisión.

Benedicto XVI
 Pero resulta que llegó Joseph Alois Ratzinger, de nombre artístico Benedicto y de última profesión, papa. Y en su primera homilía,  ¿qué hizo?, pues lo suyo: machacar herejes. ¡Pues no va y suelta en su primer discurso, por lo demás de tono apagadito, el siguiente collar de perlas cultivadas en los criaderos ideológicos del Vaticano!:

"Hay muchos que creyéndose dioses, piensan no tener necesidad de más raices ni cimientos que ellos mismos. Desearían decidir por sí solos lo que es verdad o no, lo que es bueno o es malo, lo justo y lo injusto, decidir quien es digno de vivir o puede ser sacrificado en aras de otras prefe rencias, dar a cada instante un paso al azar, sin rumbo fijo, dejándose llevar por el impulso en cada momento. Estas tentaciones siempre están al acecho. Es importante no sucumbir a ellas porque, en realidad conducen a algo tan evanescente como una existencia sin horizontes, una libertad sin Dios."

Pues mire D. Joseph (que siendo su nombre de pila Joseph, seguro que no le molestaría que le llamara Pepe, que además casi es como llamarle Papa, pero con "e"), yo no me creo un dios. Aunque no estoy seguro de la existencia de Dios, tampoco puedo decir que yo sea ateo. Pero de algo sí estoy seguro: yo, ni soy dios ni me lo creo. Precisamente por ello, no me queda otra alternativa que fiarme de mis raíces, de mis fundamentos, de mí mismo y de mis congéneres a la hora de tomar decisiones. Con la ayuda de todos ellos, sepa Vd. que decido por mí mismo lo que es verdad y lo que no, lo que es bueno y lo que es malo, lo que es justo y lo que es injusto... Y me equivoco muchas veces, que yo no dispongo, como Vd. de un Espíritu Santo que me inspire.

Ya sé que a Vd. le gustaría decidir por mí a través de su iglesia, cosa que le agradezco. Pero a mí me da un poco de repelús el talante de alguno de los suyos, como Monseñor Rouco Valera, con su insistente "raca-raca", y Vd. mismo, para qué vamos a negarlo. Dado su historial de tantos años -desde 1981- al frente de la "Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fé" (antes conocida como "Sagrada Congregación del Santo Oficio" y, mucho antes, como "Sagrada Congregación de la Romana y Universal Inquisición), no me fío de Vd.. Y es que, D. Joseph, el que Vd. haya sido Inquisidor General durante tantos años, y haya perseguido y arruinado movimientos tan renovadores como la Teología de la Liberación, comprometidos con la defensa de los más desfavorecidos de la tierra frente a los abusos insufribles de los ricos terratenientes, no es buena carta de presentación.. Y la Teología de la Liberación no es su única víctima. La lista de Sambenitos que Vd. ha colocado es muy larga. No es cosa de sacarla a relucir ahora y aquí, porque pretendo acabar de escribir este post antes de comer... Pues eso, D. Joseph, que Vd. no es de fiar para mí. Su currículum me atemoriza, su mirada me da escalofríos y su media sonrisa insincera me hiela el corazón.

Así que lo primero que debo decirle es que la Iglesia Católica no va a decidir por mi, por ahora. También le diré lo que yo creo: yo creo que soy un ciudadano, es decir, un ser humano con derechos, y decido y expreso mis decisiones "libremente". Las políticas, mediante mi voto; las otras, cuando me dejan en casa. En cambio, en la Iglesia que Vd. dirige, los fieles no tienen derecho a voto; la mujeres no tienen lugar en el sacerdocio ni en su jerarquía;  los curas, los frailes y las monjas no pueden expresar su sexualidad sanamente, sea homosexual o heterosexual, ya que ni siquiera pueden casarse; y muchas cosas más... Y los fieles, pobres pecadores, a callar, rezar y dar dinero, que pintan menos que una monjita en el Vaticano. Pero yo, siento decírselo, yo no puedo pertenecer a una Iglesia en la que no me reconozco; a una Iglesia feudal, gerontocrática, machista, anclada en el pasado, que aspira a seguir siendo como siempre ha sido: contra viento y marea, reluctante a todo progreso, incapaz de incorporar a los jóvenes a la jerarquía, a los seminarios y al apostolado y desconectada del pueblo. Mire, si no, D. Joseph, los seminarios y los conventos: están vacíos. ¿Qué más prueba quiere? Y no eche la culpa al relativismo, al materialismo, al hedonismo y a la falta de valores de la sociedad actual. Vds., los obispos, tendrán alguna culpa también, ¿no?, digo yo.Que una cosa es predicar y otra dar trigo.

En segundo lugar, está su insistencia en condenar el aborto y la eutanasia y en machacar a las abortistas... Porque la abortista está penada en la Iglesia con la excomunión, ¿no es así, D. Joseph?. O sea, que Vds. están en contra del aborto porque, dicen, el aborto priva al feto de la posibilidad de nacer y vivir. Pero, en cambio, a Vds. no les tiembla la mano al condenar a la abortista a la muerte religiosa para toda la eternidad, es decir, al infierno -porque eso es la excomunión "a divinis"-, sin juicio, sin confesión, sin escuchar sus motivos y sin posible defensa. Lo siento, D. Joseph, pero esa es la Iglesia que yo no puedo soportar ni considerar seriamente mientras siga "machacando herejes", sin la más mínima consideración y respeto por la persona y sus motivos, y mientras siga, por ejemplo, sin condenar la pena de muerte, tan abiertamente, al menos, como condena el aborto... Es una pena. Para unas cosas tanto y para otras tan poco.

Pero yo quiero seguir dejando las cosas claras, D. Joseph, a Vd. y a mí mismo. Por eso le diré que yo también estoy en contra del aborto. ¿Entonces, por qué la pías tanto?, me dirá Vd.. Pues mire, se lo explicaré. Una cosa es el hecho y otra el derecho. Ya sé que Vds., en su doctrina, no lo entienden así, pero yo lo veo así, qué le vamos a hacer. Verá. Yo, personalmente, estoy en contra del hecho de abortar, pero el derecho es otra cosa; es algo político-social, algo que se decide por votación en los paises democráticos. Por tanto, el derecho es la expresión del sentimiento de la mayoría de los ciudadanos. Sé que siguen sin entenderlo, pero yo sigo con mi explicación, porque a mí no me gusta que me llamen asesino, sin más, en algunas de las manifestaciones político-religiosas presididas por su cardenal primado, Monseños Rouco Varela, ¿sabe Vd.?. Pues, como iba diciendo, resulta que en España existe el derecho LEGÍTIMO a abortar, y quien lo desee puede realizar el acto de abortar sin tener que ir a la cárcel por ello. Yo respeto el derecho, pero como estoy en contra del hecho, haría todo lo posible porque nadie de mi entorno tuviera que abortar, haciéndome cargo incluso de la criatura, o de sus costes, o de lo que fuera necesario. Pero, eso sí, yo nunca condenaría a quien, finalmente, decidiera abortar, sea de mi entorno o no. ¿Entiende ahora?. Bueno, pues ya vale con el raca-raca del aborto y de faltar al respeto a todos los que nos hemos dado democráticamente esa ley. ¡Ah! y, por favor, no paguen su frustración excomulgando a las abortistas. Por cierto, ¿no podrían revisar ya mismo esa fea y vengativa condena?

Respecto a su referencia a la eutanasia, de momento, la dejaré pasar, no sea que algún lector, cansado de mis monsergas, acabe "desconectándose" antes de finalizar la lectura de este artículo.

En tercer lugar, D. Joseph, no sé como calificar su frase "dar a cada instante un paso al azar, sin rumbo fijo, dejándose llevar por el impulso en cada momento". La verdad es que nunca me habían llamado tonto tan finamente, que me parece es lo que Vd. pretende. No me ofendo por ello, porque he llegado a la conclusión de que Vd. no sabe bien de lo que habla. Porque, mire, esa frase, en cierto modo, describe magistralmente el método más científico que conozco de enfretarse a la  investigación de lo desconocido. Puede decirse que es la base del método científico: es el ensayo-error. Claro está que Vd. no cree que puedan sacarse conclusiones provechosas de semejante método, ya que su ciencia fundamental, la teología, no es experimental ni es falsable. Porque llegado el caso, se sacan un dogma de la manga o una encíclica de la chistera o excomulgan al hereje y problema resuelto. Por eso, posiblemente, no entenderá de lo que le hablo y, quizá también por eso, le da tanto repelús la ciencia y lo científico.

En fin, por si le sirve de consuelo y para que le pierda miedo al ensayo-error, le diré que ese es también  el método que emplea la naturaleza para producir indivíduos como Vd. y como yo y, tambien, especies enteras de monos, gatos, gusanos y puede que hasta de unicornios. La historia de la vida no es más que un incesante ejercicio de ensayo-error. La especies evolucionan a causa de los pequeños -y no tan pequeños, a veces- y aleatoris cambios que se introducen de padres a hijos. Ya se habrá dado cuenta, D. Joseph, de que todos somos "iguales" a simple vista, como los chinos para los occidentales, pero todos somos "diferentes" si se fija bien. Los cambios contínuos y aleatorios que sufren los seres vivientes generación tras generación, "filtrados" nada más y nada menos que por la "selección natural", que no es otra cosa que la "selección del más apto" ha dado origen a toda la diversidad de especies, ya sean extintas o vivientes, ¡ya ve Vd.!. La cosa es sencilla: El "más apto" sobrevive y pasa a producir descendencia con más modificaciones, y el que no, al hoyo. Así opera la Naturaleza, de forma insensible, impertétrrita, en ausencia de todo principio moral y sin nada ni nadie que guíe el proceso.

O sea, D. Joseph, que el ensayo-error es lo que ha producido todo lo que está vivo a su alrededor, incluido el hombre, y no Dios. Confío en su comprensión de lo expuesto y  en que no no me vaya a excomulgar ahora por decir que no ha sido Dios quien ha creado al hombre; desde luego, en mi defensa alegaré que no hay indicios de que las causas del origen del hombre sean distintas de las que originaron a los extintos trilobites... En cambio Vds., venga a insistir en Dios por aquí y Dios por allí, en el Paraíso Terrenal, en el Pecado Original y en la Redención.

Perdóneme, pero llegado a este punto, he de confesarle que no entiendo bien lo de la Redención ¿Redención de qué y por qué? Me parece de gran crueldad por parte de la Iglesia culpabilizar preventivamente a toda la humanidad, desde Adán y Eva hasta el fin de los tiempos, de algo que no les corresponde: el ser malos, pecadores y culpables desde el mismo nacimiento. La verdad es que, a partir de la negación de este dogma, se podría desmontar todo el entramado dogmático-teológico-doctrinal de la Iglesia Católica que Vd. preside. Pero sé también de la inutilidad de hacerlo, ya que esa tarea le corresponde a cada ser humano. Unos lo lograrán y otros, por el contrario, se reafirmarán en sus creencias. Yo, con toda humildad, Señor Obispo de Roma, me conformo con haber llegado a comprender que "el concepto de Dios" es un sentimiento personal, íntimo y muy respetable para quienes lo viven y sienten así, pero igualmente respetable es el sentimiento de los que no viven esa fé, o dudan o no creen en un dios. Quisiera rogarle que instruya a su jerarquía para que sean comprensivos y dejen en paz a los que no creen en la red dogmático-teológico-doctrinal con la que Vds. envuelven a sus fieles.

Finalmente, Don Joseph, permítame decirle que su última frase "Estas tentaciones siempre están al acecho... porque, en realidad conducen a algo tan evanescente como una existencia sin horizontes, una libertad sin Dios." le pone en evidencia. Porque realmente eso es lo que Vd. y toda la Iglesia Católica más temen: UNA LIBERTAD SIN DIOS. A estas alturas, iniciado el siglo XXI, me parece que deberían de ir aceptando Vds. la realidad de lo que se les viene encima, porque eso es lo que muchos legítimamente anhelamos: una sociedad civil, libre, justa y secularizada; una libertad sin Dios, si usted lo prefiere, pero sin excluir a los que tienen fé en Dios, a los que ven en Él una esperanza,  practican una caridad verdadera y respetan sinceramente a los no creyentes, a su ciencia, a sus leyes y a sus instituciones, que son las de todos.

Con mi mayor respeto, no exento de ironía, le deseo haya tenido Vd. una agradable estancia en Madrid.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por el tema economico, que ha ido muy bien? seguro, habra que creerolo o no.
Yo no he seguido mucho las noticias de esto porque lo poco que vi me fastidio bastante, algo vi que en el muro de una amiga de Espana es, que iban a hacer un 80% de descuento en el metro y en el muro de otra amiga de aqui la gente comentaba que iban a Espana para ver al Papa. Es normal, no sea que despues de gastar unos 1000 en el avion luego no tengan para pagar el billete de metro!! pero los trabajadores... a esos no se les puede hacer descuento, ese tiene que sacar a veces de donde no tiene un paston para abono trasporte, para ir a ganar una "m" en donde Cristo le dio a este las tres voces!!
Como le llames, no importa, aqui es Pope o algo asi, a mi me suena a risa y luego vas a una tienda de los Mexicanos tienen el Ron Pope!! Las palabras o los nombres son solo eso!!

De lo del aborto, tienes exactamente la misma opinion que tengo yo, "me llevan los Demonios" al ver en la calle a media docena de desocupados totalmente iluminados con unas cruces en rosa o en azul celeste, pasando alli su sabado manana del sabado, lo curioso es que, como tu sabes, aqui se llaman "pro vida", pues tu dime; estan en contra del aborto, la eutanasia y todo eso, pero mucha de esta gente, imaginas de que lado estan en politica, si son tan buenas personas y son "pro vida", como consienten la Pena de Muerte? y a esos? no les viene a decir nada?

Y el Papa hoy en dia que se deje de ir a meter cizana a las Plazas Publicas y se busque un canal de Television, como todo el mundo!

JMBA dijo...

Totalmente de acuerdo en tu exposición. He visto alguna recriminación al tono, pero creo que es festivo y no grosero.
El tema de fondo es el de la sociedad civil, en la que los ciudadanos pueden tener libremente sus creencias religiosas, las que sean. O ninguna.
Pero esa idea de propagar la "sociedad católica" es una falta de respeto, se mire por donde se mire.
He detallado per extensum mi opinión sobre este tema, en mi blog personal (http://jmbigas.blogspot.com/2011/08/para-que-hablar-si-podemos-arreglarlo_19.html).

Un abrazo, Seve.