Lila
es una perra teckel negra que me regala su amistad todos los días. URI, en cambio, es una diosa: es la Unicornia Rosa Invisible.

De vez en cuando URI le hace alguna revelación a Lila -vaya Vd. a saber por qué- y Lila,
si le parece, me cuenta lo que cree haberle entendido a URI mientras paseamos por la Dehesa de la Villa. Yo me limito a transcribir en este blog algunas de estas fantasías perrunas. Para mí es un ejercicio de expresión escrita sin otro objeto que dar forma a las ideas informes que circulan por las cabecitas de los perros; ideas que, por otra parte, los perros no suelen contarnos a menudo, puede que por educación... o por prudencia; o porque no son muy habladores, o porque no les prestamos atención. ¡Yo qué sé!

Tú, lector, no tienes por qué sentirte obligado a leer estas monsergas; si lo haces, quedas advertido de que las revelaciones de la diosa URI, aunque sean indirectas, o quizás por eso, pueden causar daños irreversibles en el intelecto.

10 de noviembre de 2010

"E pur si muove"

URI
 - ¡Vaya, URI! ¡Cuánto tiempo!... Qué alegría y qué consuelo poder hablar contigo de nuevo.
 - Hola, Lila. ¿Cómo te va?
 - Bien, bien... no me quejo... Sólo que tantos meses sin saber nada de tí me han vuelto un poco triste e irritable. Últimamente no soporto a los perros negros que vienen a olisquearme: ¡salgo a bronca diaria! Mi amo no hace más que regañarme y yo, como si nada, ladra que ladra a los perros negros. Ya sabes: los tekel, cabezones, somos un rato; no tenemos arreglo...
 - ¡Bueno, bueno! No te quejes tanto. Lo que me extraña es que me digas que estás irritable precisamente porque no hablas conmigo. Te diré que si no lo has hecho últimamente es porque no has querido...
 - ¡Pero qué dices! Mira, por más que he puesto las orejas tiesas no te he oído por ningún lado.
 - ¡Lila, Lila, Lila...! ¡Parece mentira...! ¿Cuándo aprenderás que a los dioses no se les escucha con las orejas, sino con el corazón, es decir, con los sentimientos!
 - ¿Quieres decir que tú estabas ahí, a mi lado, todos los días y que era yo quien no te oía? Porque verte, ya sé que no puedo verte, porque eres invisible... Ya me has explicado más de una vez que eres una diosa y que los dioses y diosas sois invisibles. De sobra sé que eres la diosa Unicornia Rosa Invisible y que, precisamente por eso, te llamas URI.
Lila filosofando: ¿Será comestible la piña?
 - Así es, Lila. No se trata de oírme con las orejas que te cuelgan de la cabecita, si no con los otros sentidos, los de dentro: los de querer, los de lamer suavemente, los de mirar dulce... en fin, con los sentidos con que puedes ver, olfatear y oír a los conejos cuando sueñas con conejos ¿me comprendes?
 - Sí, no sé si te comprendo bien.
 - Lo que te pasó esta temporada de atrás es que estabas tan ocupada en pelearte con los perros negros que el estrés y la ira no te daban paz para sentir las cosas “desde dentro de tí”.
 - ¡Ya! Ya me doy cuenta de lo que quieres decirme... Pero, ahora que hablamos... oye, perdona, pero quería preguntarte... eso que dices... que eres rosa y eres invisible al mismo tiempo, eso ¡eh!... eso es una contradicción como un pino ¿no?.
 - Si tú lo dices...
 - URI, de verdad, perdona de nuevo el atrevimiento, pero, dejando aparte lo de que seas una unicornia -que también tiene tela- me gustaría mucho, mucho, que me aclarases esa paradoja que encierras en tu esencia. Me explico: si dices que eres de color rosa es, precisamente, porque “se te puede ver” y, en consecuencia, se puede afirmar que eres de color rosa, o sea, que si se te puede ver y decir que eres rosa, es que no eres invisible. Por el contrario, si resulta que eres invisible ¿como puede alguien afirmar que eres de color rosa?
 - ¡Jolín, Lila!... ¡Caramba, caramba, contigo cuando te pones a filosofar! Y yo que te hacía más crédula... ¡No sé!, ¡no sé!... ¡Así, cuestionando como cuestionas los misterios de la fé, no veo que vayas a llegar muy lejos...! 
 - Uuufff... ¡No sé! Podías tú ayudarme algo, ¿no?
 - ¡La verdad, Lila, qué quieres que yo te diga! Sabes que no está bien que los dioses revelemos a los mortales los profundos misterios de las religiones, ya que os haríamos semejantes a nosotros en sabiduría, cosa que puede tener consecuencias nefastas para vosotros. En lugar de preguntarme a mí directamente -no olvides que soy una diosa y que hay una jerarquía y un cierto protocolo para tratar ciertos asuntos- podías haber aprovechado que estaba el Papa -que es un dignatario religioso importante, pero mortal, es decir, inferior a los dioses- de visita por España para preguntarle esas dudas de fé que tienes.
S.S. el papa Benedicto XVI
 - Es que me daría cosa preguntarle a Su Santidad Benedicto XVI por misterios de unicornias...
 - Bueno, pues podrías preguntarle por otros misterios parecidos que tiene su religión, por ejemplo, cómo es eso de que Jesucristo sea Dios y Hombre al mismo tiempo, o lo de la Santísima Trinidad: nada menos que tres Personas divinas y un sólo Dios, o lo de... bueno, más fácil, podías haberle preguntado por una paradoja más terrenal y más sencilla. Por ejemplo, podías haberle preguntado cómo es que él, siendo el Papa, ha pedido al gobierno español que se esmere en promover que las mujeres puedan compatibilizar las obligaciones laborales con las de la vida familiar.
 - ¿Y cuál es la paradoja?
 - Pues que esta petición lo hace precisamente él que es el papa, es decir, el jefe de la Iglesia Católica, y que no mueve ni una pestaña para que las mujeres ocupen puestos más relevantes dentro de su Sagrada Organización, como ser sacerdotisas, por ejemplo e incluso llegar a ser obispas, cardenalas y hasta papisas, y todo ello sin necesidad de renunciar a una vida familiar cristiana.
 - ¡Jodó!
 - Pues eso, Lila. El caso es que, como ves, lo de las paradojas y las contradicciones es consustancial con la fé. Se cree o no se cree y ya está. Así que no te calientes la cabeza: YO SOY ROSA Y SOY INVISIBLE y eso es todo. Y si no, ¡que venga el obispo de Oviedo y lo niegue!
 - No fué ese obispo el que dijo eso de que “Dios existe y si no, que venga Dios y lo vea”.
 - Si, ese mismo.
 - ¡Ves, URI! ¡Otra paradoja! ¡Si dios no existe, cómo va a venir a ver nada! Luego se quejarán los obispos de que no les comprendemos, de que pasamos de su magisterio y de que el sentimiento laicista vaya ganando terreno.
 - Pues… ¿Qué quieres que te diga, Lila?
 - ¡No sé! ¡No sé, URI! Para mi, que algunos hay en las jerarquías religiosas que nunca cambiarán porque nunca comprenderán nada de lo que cambia contínuamente a su alrededor. “EPPUR SI MUOVE”, como dicen que dijo Galileo, entre dientes, cuando los de la Santa Inquisición le hicieran renegar de sus firmes convicciones científicas y aceptar la "verdad evidente” de que es la tierra la que se está quieta en el centro del universo con el sol, los planetas y los astros girando a su alrededor: .
Galileo ante el Santo Oficio (Óleo de Robert-Fléury)
...¡Eh! Esto... ¡Si, bueno!... si quieres, yo te explico...
 - ¡Sí, URI, sí! Lo que yo veo es que todo se mueve y que nada es inmutable, digan lo que digan todas las escrituras, encíclicas, magisterios, doctrinas y revelaciones divinas juntas. No verlo así, y en todos los ámbitos, equivale al error, al fanatismo y al fundamentalismo talibán; es mi opinión.
 - Esto... bueno... hay que ir más despacio con los juicios que haces, Lila...
 - ¡URI!... ¡URI!... ¿Es que no lo ves? ¿Cuánto nos queda todavía de sin-razones pseudo-religiosas? ¿Hasta cuándo tendrá la humanidad que aguantar afirmaciones como la de que los condones no sirven para prevenir el SIDA, o imposiciones como la de que las mujeres tienen que llevar velo, o burka, o variantes intermedias, o regímenes políticos confesionales?
 - Vaya, Lila, pués si que has filosofado tú últimamente...
 - URI, me parece que esto no tiene arreglo. No veo solución salvo implorarte a tí, que eres una diosa buena y comprensiva: ¡URI, apiádate de nosotros, pobres mortales, que tenemos que sufrir la intransigencia, no ya la de los dioses, sino la cerrilidad de otros mortales como nosotros que se autoproclaman interpretes de la voluntad divina!
 - ¡Pues, anda, Lila, que no os queda tela todavía por cortar! Palabra de diosa.

2 comentarios:

JMBA dijo...

Bienvenido de nuevo, Seve, al Universo bloguero. Que se notaba la falta de Lila y URI.

Ya habrás visto que yo, de momento, no he parado...

Un abrazo.

Unknown dijo...

Que alegria leerte de nuevo! Yo he estado aqui, en mi sitio: leyendo a JMBA y esperandote. Como dijo aquel: Ja som aci! Como siempre: un libro.: Le cerveau de Mozart.
Un abrazo: Paco